viernes, 18 de abril de 2014

Alejo Carpentier habla sobre Teresa Carreño y la traducción de la primera biografía de la artista

DOCUMENTOS HISTÓRICOS
“Una traducción que era necesaria”
LETRA Y SOLFA

Por Alejo Carpentier*

"Culminando la tarea de darnos una fiel y pulcra traducción de un volumen de más de cuatrocientas páginas, la señorita Luisa Elena Monteverde  Basalo, acaba de publicar en nuestro idioma, el libro más importante que haya sido consagrado hasta ahora a la vida y carrera de Teresa Carreño: el de Marta Malinowsk, discípula de la gran pianista venezolana, cuyas dos primeras ediciones estaban agotadas.

Ágil dentro del rigor documental, bien escrita, rica en acertadas visiones de los ambientes artísticos de Europa y de América en los días que asistieron a los triunfos de Teresa Carreño, esta biografía se lee con sostenido 'interés, no sólo por la excelencia de la factura y el acierto de los enfoques, sino porque, a través del relato de una existencia extraordinaria, sigue la figura de Teresa Carreño ejerciendo, sobre nosotros, una suerte de fascinación. Situada en lo más viviente de una época magnifica para la Historia de la Música —postrimerías del romanticismo, paso a la época actual, con sus nuevas estéticas—, rodeado de compositores insignes, de intérpretes prodigiosos, Teresa Carreño se mantiene a todo lo largo de su carrera, en una escala digna de los grandes tiempos que le tocara vivir. Pertenecía a la raza egregia de los intérpretes cuyos nombres llegaron hasta nosotros, envueltos en una aureola de leyenda, y cuya autoridad, dominio técnico, portentosas virtudes musicales, se manifiestan todavía, para nuestro asombro, a través de las primeras grabaciones —aún muy defectuosas— realizadas en este siglo... En días de mi infancia, Teresa Carreño visitó La Habana. Todavía recuerdo su noble perfil, su empaque majestuoso, su elegancia de gran estilo, estampados en las fotografías exhibidas para anunciar sus recitales. Los entendidos hablaban de ella con veneración, —como se hablaba entonces de un  Paderewski, de un Sauer, o antes, de un Lechetizkv. La presencia de Teresa  Carreño era un acontecimiento memorable y poco faltaba  para que, a usanza  antigua, se le entregaran las llaves de la ciudad.

Algo que se añade al Interés del libro de Marta Malinowsky su  abundante iconografía, y los documentos que enriquecen el texto. En las  primeras páginas  hallamos una reproducción  del programa del primer concierto ofrecido por Teresa  Carreño a la edad  de 8, años  en el lrving Hall. Conocemos luego los nobles rasgos de sus padres. Vemos a la pianista-prodigio en La Habana, en 1863, en Boston, en Cincinnatti y en Nueva York, al año siguiente en una preciosa fotografía romántica. Y luego la  adolescente, la cantante del papel de Zerlina, en el "Don Juan" de Mozart, la 'concertista gloriosa, acompañada de quienes desempeñaron un papel en vida, hasta los magníficos retratos de ocaso en los que se vislumbra la fuerza de su' personalidad impar.

Bella y necesaria obra acaba de realizar la Srta. Luisa Elena Monteverde Basalo, con su excelente traducción del libro de Marta Mtlinowsky. En este año del centenario, no podía haberse rendido un más útil homenaje a la memoria de la gran artista venezolana”.

El Nacional, Caracas, jueves 5 de Noviembre de 1953

* Escritor, periodista y crítico musical cubano (1905-1980). Vivió en Venezuela entre 1945 y 1959, época que es considerada como la fecunda de su vida.


2 comentarios:

Ytamar Zambrano Espinoza.UCV dijo...

A mi jucio,el prólogo no le hace honor, ni a la obra ni a Teresa Carreño.

Jesús Eloy Gutiérrez dijo...

Gracias por su comentario.