Fragmento del prólogo del libro
Teresa Carreño: cartas y documentos (1863-1917)
Cuando
pienso en usted, pobre de usted, quién soy yo para cansarlo con mi mezquindad y
su amabilidad y paciencia, lo estoy asfixiando hasta casi obligarlo a perder su
precioso tiempo leyendo todos estos temas sin importancia sobre mí de los
cuales he escrito, mi conciencia, por tener esa incómoda y pesada carga todavía
conmigo.
A los seres
humanos los conocemos por sus obras, por sus pensamientos, por las ideas que
legaron. Evocar a Teresa Carreño invita a muchas palabras. Su vida novelesca da
para hablar y anunciar infinitos juegos de palabras. Además de toda la
revolución que implicó su vida sentimental, a su fama lograda en los escenarios
del mundo se suman sus composiciones y su libro para la correcta ejecución del
piano: Possibilities of Tone Color by Artistic use of Pedals.
Desde temprana
edad, además de las sonoridades del piano y sus composiciones, la artista dejó
plasmada su huella a través de su palabra escrita. El primer documento del que
se tiene referencia es una carta a Carl Zerrahn, que fue publicada en la
primera biografía escrita por su discípula Martha Milinowski. Luego, en esa
misma obra, se transcriben las máximas que guiaban su joven vida. A saber:
aprender para enseñar; no ser malo para conseguir el amor de los demás; tener
compasión del malo e intentar no ser como él; los niños para ser buenos deben
respetar a sus padres, vivir con Dios, ser siempre buenos y dóciles. Además, deben evitar la envidia, imitar el buen
ejemplo, proteger a los ancianos y no ponerse nunca bravos.
Esas ideas de
Teresa fueron ganando cuerpo a lo largo de los años; algunas desaparecieron y
otras tantas se incorporaron. En diversos medios nos vamos a encontrar esas
palabras de Teresa; como por ejemplo en la prensa, cuando concede alguna
entrevista. Pero la documentación que mejor nos permite ver la mentalidad de la Carreño , y la forma de
actuar en la última etapa de su vida, es la correspondencia personal.
Es lamentable que
no se conserve la totalidad de la documentación de Teresa Carreño. En Venezuela
se cuenta con las cartas dirigidas a Antonio Guzmán Blanco entre 1886 y 1889,
que fueron recogidas anteriormente por el musicólogo José Peñín en la Revista Musical de Venezuela[1], gracias a su
pesquisa realizada en la Fundación Boulton.
Además, se cuenta también con un conjunto de cartas en diversos idiomas
(inglés, francés y alemán), firmadas por la artista, que retratan especialmente
su relación los empresarios, amigos, conocidos y familiares, que se conservan
en el Archivo Histórico Teresa Carreño, en el teatro del mismo nombre.
Estas cartas que
compilamos abarcan el período histórico comprendido entre 1863 y 1917; el mayor
número se registra entre 1880 y en la fecha de su muerte. Si analizamos la vida
de la artista, es poca la documentación con la que contamos de un personaje que
estuvo más de sesenta años en los escenarios del mundo; de esta manera, se
evidencia que la tarea de conocerla se nos presenta en forma de un gran reto a
la imaginación.
Con lo cual viene
a cuento esta idea de Francisco Quevedo: “Las
palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una”.
Por lo tanto, cada línea escrita por Teresa Carreño se nos presenta como una
gran mina por explotar en esa búsqueda de su comprensión en tanto personaje de
la historia universal.
Partiendo de esta
realidad, nos propusimos hace unos años preparar una compilación documental con
los escritos de Teresa, principalmente sus cartas, como una manera de hacer
accesible al público esos documentos, los cuales han permanecidos vírgenes por
casi un siglo para los estudiosos de nuestro personaje.
Esa documentación de Teresa Carreño, que vino a Venezuela
con motivo de la división de la colección que sobre la artista guardaba el
Vassar College de Nueva York, no ha gozado del interés del mundo editorial
tanto público como privado.
Las cartas firmadas por Teresa, así como las que ella
recibía de infinidad de personalidades, nos pueden dar una visión más acertada
del mundo y la realidad de la artista en su época.
En esta primera propuesta editorial se compilan una parte
de las cartas firmadas por Teresa Carreño, un total de sesenta documentos,
quedando para futuras publicaciones el segundo grupo de cartas; sobre todo las
escritas en idioma alemán y las enviadas a Teresa Carreño, que ameritarían
nuevos libros.
(…)
La utilización de
estas fuentes, hasta los momentos, ha sido escasa en los trabajos que sobre la
artista se han escrito; por lo que su publicación, a un largo plazo, debe
influir en la reescritura de muchos aspectos de la vida y obra de este
personaje. Nuestro objetivo es facilitar el acceso a ellos mediante su edición.
La obra ha sido
estructurada en tres partes: en la primera se reúnen las cartas que la artista
remitió al general Guzmán Blanco entre 1886 y 1889, firmadas en su gran mayoría
como Teresita; en la segunda se recopilan las cartas enviadas a los empresarios
entre 1897 y 1916; y finalmente, las cartas destinadas a amigos, conocidos y
familiares entre 1863 y 1917. En este grupo, agregamos una selección de
correspondencia dirigida a su cuarto esposo, por considerarla de un gran valor
informativo sobre los sentimientos de la artista.
…aún y
en desacuerdo de la guerra me dice que sería una verdadera amabilidad de mi
parte dejar de escribir por lo tanto cerraré.
Teresa Carreño
[1] Caracas, año
XIV, Nº 32-33.
La obra fue editada en Polonia por La Campana Sumergida Editorial y está disponible en Amazon en formato tapa blanda y en eBook.
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